Punta Negra

Tu nombre podría sugerir algo tétrico. Sin embargo me trae dulces recuerdos en la playa solitaria. De las gaviotas con sus leves patitas caminando sobre la arena húmeda. De aquellos días plenos de felicidad en que vivíamos con intensidad la juventud. De aquel mar de un azul verdoso transparente. De aquellas tardes en que el mar se desbordaba hasta muy dentro de la playa. De la "pocita" siempre llena de bebés, padres, madres. De aquellos incendios crepusculares, cuando el cielo pleno de todos los tonos de rojo, hacía magnífico contraste con las negrísimas rocas contra las que reventaban enormes olas de blanquísima espuma...

Lima , 1991